Creo que soy un poco más feliz desde que descubrí que
el cielo y el infierno no existen, que es un invento de nosotros mismos, nos
explicaron y nos educaron para que toda nuestra vida fuéramos “Buenos”, y así
nos premiarían para subir al paraíso y si éramos “Malos” directamente al fuego
al eterno.
Está claro que con el paso de los años, evidencié que no hace falta hacer méritos para que te recompensen después de muerto, hay ser buena persona siempre, simplemente por serlo y no por un premio, no me hace falta ninguna religión por muy justa e integra que esta sea que me imponga su invitación de a la gloria o al averno.
1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo, además creo que fe el Papa emérito quien dijo que ni el infierno ni el demonio existían, yo creo que tampoco existe el cielo como paraíso, pero claro, si lo dice el, tiene que cerrar el chiringuito
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