Me da vértigo imaginar el futuro,
las prisas hacen de malas concejeras,
no quiero ser la sombra de un castillo,
ni la mano que aprieta el percutor,
tampoco la mecha en la bomba, el pabilo en el cirio,
la chispa en el incendio, el guarda del control,
el pasaporte falso, la alerta y el cuidado…
El centinela en la ronda, el insomnio en las pesadillas,
la negligencia y el descuido, la vigilia y el ágape,
la verdad oculta, la mentira por descubrir,
el escudo en la solapa, la pulsera en la muñeca,
oscurece y se nubla, todo se enturbia,
ahora todos ya dormitan y reposan…
Y yo sigo enfadado con el mundo.
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