
No se que me está pasando últimamente pero todo los comentarios que realizo terminan transformándose en muy espirituales y conceptuales y yo no tengo ni ganas ni pretensiones de que así sean, no soy el más indicado en dar consejos y mensajes a nadie, en mis modestos artículos actuales, me gustarían e intento pretender: lo primero que sean entretenidos o por lo menos “un poco interesantes” y lo segundo y lo más importante es que yo me lo pase bien cuando los estoy redactando y satisfecho una vez terminados, porque sino “apaga y vámonos”, tengo que tener muy claro que yo escribo para mi y no para un público, porque este puede ser un gran error si pongo caras a los futuros lectores, porque ahí empezaría mi autocensura, por querer intentar gustar o caer bien a un número indeterminado de personas y con ello callar mis ideas, ocurrencias, creencias o ideologías, por no pretender “herir la sensibilidad” del osado lector. (Artículos estos algunas veces acertados y otras muchos erróneos).
Quizás estemos jugando a “ser periodistas o informadores” ¿Qué no se si esto será bueno o malo? Pero lo que si está claro es que en la variedad de opiniones de las que tenemos acceso podremos sacar la nuestra propia e intransferible, dentro de toda la “libre expresión” que nos dan nuestros blogs, lo que si tengo claro es que no quiero dominar el mundo ni ahora, ni dentro de una semana…