Todas las personas tienen la libertad a manifestarse y protestar,
eso fue una gran conquista que consiguieron nuestros padres y abuelos, en tiempos
difíciles y complicados.
Casi todos los logros y derechos sociales se consiguieron
exigiéndolos y demandándolos en las calles y rara vez fueron “regalados de
buenas maneras”.
Hay muchas formas de manifestarse y declararse:
Alocuciones públicas, cartas de rechazo o de apoyo, declaraciones por parte de organizaciones e instituciones, declaraciones públicas firmadas, peticiones en grupo o masa, eslóganes, caricaturas y símbolos, banderas, folletos, grabaciones, radio y televisión...
Y entre otras y más comunes es hacer ruido con pitos y sirenas, quemar mobiliario urbano, hacer pintadas, cortar carreteras y el tráfico.
En un pasado no muy lejano se hacían encierros con huelgas de hambres, pero eso es ya otra historia, ni trabajadores, ni políticos, ni sindicalistas están por la labor, así nos luce el pelo...
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