lunes, 12 de agosto de 2024

SIN DIRECCIÓN, NI REMITE...


 

En la margarita desojada todos sus pétalos fueron no.

En la mesa un jarrón colmado de agua con flores de plástico ya marchitas y ajadas.

El reloj en la pared hace que la manecilla de las horas por una vez le gane al minutero.

Los cuadros se despintan manchando y ennegreciendo los marcos.

Las fotos se destiñen en un blanco inmaculado de figuras ya ausentes.

Las luces de la lámpara se languidecen y se debilitan y la penumbra hace círculos como un tiburón al naufrago…

En el frutero una mosca se posa en una manzana viciada donde el color rojo ha perdido su brillo y esplendor.

La señorita televisión parpadea y me guiña pero no consigue atraparme.

El plato rebosa maná bendecido y mientras el cuchillo y el tenedor se abrazan enrolladlos en una escueta servilleta de papel.

El vaso medio lleno o medio vacío de lágrimas…, qué más da, se carcajea de mí, está claro que un mal día lo tiene cualquiera.

Sin dirección, ni remite…


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