SEXAGÉSIMO DÍA DE CUARENTENA...

Diario de a bordo: Con mi particular cuaderno de bitácora siempre creí que con 60 páginas tendría más que suficiente, pues está claro que no ha sido así, que tendré que comprar un recambio de hojas para seguir adelante con esta historia, y como anécdota creo que nunca había escrito la palabra “sexagésimo” la he tenido que buscar en internet porque no sabía exactamente como se escribía sesenta en número ordinal.

Ahora nos tenemos que acostumbrar a escuchar: “fase 1, estado de alarma y no relajarse”, sin miedo pero con respeto y todo saldrá bien.

A partir de hoy, yo también tendré abierta mi mente solo un 50% así protegeré a mis neuronas de "los virus" que la asechan, venenosos y tóxicos. 

Hoy no tengo muchas ganas de escribir y además me da un poco de vértigo repetirme en mis textos, después de dos meses vas aceptándolo pero no acostumbrándote, muchas veces ir siempre hasta arriba cansa, tantos días repetidos, que parecen déjà vu experiencias que siente como si las hubiera vivido previamente.

Sigo con mis paseos, o mejor dicho caminatas porque son más deportivas que recreativas, y si no que le pregunten a mis compañeros de aventuras, que los llevo con la lengua afuera, y eso que desde finales de noviembre cuando hice El Camino de Santiago no lo había hecho, y menos en confinamiento que me llevé 50 días haciendo flexiones imaginarias en el sofá, pues a pesar de eso estoy gratamente sorprendido por mi respuesta, estoy como nunca…

“La vida es una oportunidad, benefíciate de ella. La vida es belleza, admírala. La vida es un sueño, alcánzalo. La vida es un desafío, enfréntalo, la vida es un juego, juégalo (Madre Teresa a Calcuta).

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