Después del caos y el desorden volverán las mentes
medievales, la ingenuidad ajusticiada de los tiempos, la muchedumbre lo pide a
gritos, el pueblo inmolará y sacrificará en nombre de sus dioses.
Apalea a tu vecino, atenta y golpea al forastero y
también al cercano. Nos quieren separados y alejados, la unión puede que haga
la fuerza pero también las minorías tambalean lo establecido.
No hay ganadores ni vencidos, todos perdimos, somos
alquilados en nuestras propias casas y muchas veces sin destinos, ovejas negras
y blancas al matadero, se agitan banderas así soplen los vientos, a galeras a
remar para llevar el barco de tu dueño a buen puerto.
Nos sentimos libres porque nos dejan mirar tras las
ventanas, nos convence que es lo que merecemos, agachamos la cabeza y
asentimos y afirmamos, poco a poco perdemos nuestro terreno, quizás no lo
perdamos y solo lo cedamos.
La historia se repite… qué poco hemos aprendido.
1 comentario:
Que triste realidad,abrazo.
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