Ese odio y tirria a los bancos, dio comienzo a principios de siglo XXI, como
ha cambiado todo en tan poco tiempo, ¿Quién no recuerda la de regalos que nos
ofrecían por domiciliar una nómina o abrir una nueva cuenta? Cristalerías,
cuberterías, televisiones... todo eso se amontonaba
en todas las casas, saliendo del banco súper contentos y con una sonrisa de oreja a oreja, todo lo contrario de lo
que sucede en estos momentos, que nos vamos en "silencio" insultando y maldiciendo y
echando sapos y culebras por la boca, después de una hora de espera y sin solucionar probablemente
el problema, y esperando que la puerta automática se abra cuando le dé la gana…
Para ellos somos solo ceros a la izquierda, las máquinas lo
han invadido todo y ya no existe el trato personal, para ellos solo somos números,
ni siquiera clientes…
Que frialdad e indiferencia detrás de la pecera, menos mal que algunas veces detrás la ventanilla hay un alma misericordiosa y caritativa y se apiada de nosotros y nos da un poco de esperanza.
2 comentarios:
Más caros, empleados explotados y clientes insatisfechos.
Un horror.
Abrazos.
Aunque en general pienso como tu, es justicia decir que la Caixa ha tenido la vista de que cada cliente disponga de un asesor personal que, supuestamente va a defender nuestros intereses, cosa bien difícil dado que el banco es el que le paga, pero mi experiencia ha sido buena, al menos con la información que te dan sobre todas las cosas que te ofrece el banco para solucionar un problema...
Salud
Publicar un comentario