En algunos momentos y con algunas personas me da la
impresión que al dar mi opinión, es abrir la Caja de Pandora, miradas
fulminantes y otras de reojo, como si mi razonamiento fuera una sentencia o un
veredicto, y le doy vida a un verdugo justiciero y eso simplemente por tener un diferente pensamiento o criterio
a los suyos, y así nos va…
En unos instantes me convierto en un hereje impertinente
o en un mal avenido, teniendo la sensación de que estorbo y molesto.
En otros momentos callo y otorgo, y hago mutis por el
foro y me suele salir hasta bien, yo escucho y ellos hablan, aprendo para una
posible batalla y voy descubriendo sus fallos y puntos débiles para la
contienda que se acerque.
P.D. Esto que relato hoy, no me pasa a mí, le ocurre a un amigo…
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