Algo que me marca para siempre es el hacer el Camino de
Santiago cada vez que surge la oportunidad, porque todos son distintos y diferentes
pero al mismo tiempo iguales, durante el tiempo transcurrido rompes totalmente
con tu vida normal y corriente porque surgen experiencias que solo las vivirás
allí, los problemas y dificultades diarias serán totalmente distintas a las
habituales.
Cuando estás en tu casa no tienes que solucionar cosas: Como el simple hecho de dormir, comer, utilizar
unos servicios o una ducha, o una actividad tan sencilla como es lavar la ropa..., y cosas tan simples como esas se convierten en una aventura.
No transformamos en vagabundos, en personas nómadas, en
errantes por caminos desconocidos, en caminantes ambulantes y eso no tiene
precio en mundo donde solo vivimos con prisas y sin disfrutar del paisaje…
Ya estoy pensando en próximo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario