Diario de a bordo: Hoy me he llevado todo el día haciéndome
una pregunta ¿Habrá habido nuevos amores en los tiempos de la pandemia…?
Durante toda la caminata de esta tarde me iba inventando una historia de pasión
y amoríos…
A ella la llamé Julieta y a él Romeo, se han conocido
en el periodo de cuarentena, comprando en un supermercado, no puede haber un lugar más romántico, señal que están sanos y con dinero, todos los días realizan allí sus citas prohibidas, los dos con
guantes y mascarillas, ella le ha dicho que es esteticista y el es protésico
dental…
Están deseando que llegue la hora de ir a comprar y encontrarse
todos los días en el “súper”, en el apartado de los lácteos comprando los
yogures bífidos sin lactosa, y allí escondidos entre estanterías y estantes,
hablan de su futuro incierto y en la cola se dicen un hasta mañana moviendo los
dos al unísono las manos y hasta la jornada siguiente…
Después de más de dos meses de confinamiento, llegó la
hora de respirar el aire puro, ayer fue su primera cita… poco a poco se fueron
acercando sus cuerpos, y solo la orilla del mar como testigo, sin guantes, ni mascarillas… y los ojos se les abrieron de par en par, ella miró las manos de
su Romeo ya sin “fundas”, sus manos blancas como la leche y unos dedos largos y
finos, pero ¡¡¡ay las uñaaaas…!!! le surgen como peinetas, y negras y mugrientas que parecen
de “azabaches”, que ni las de un mecánico de coches en plena faena, y en la cara ya no le
cabe más un grano, un punto negro, ni una espinilla…
El protésico dental cuando vio a su querida Julieta ya
sin mascarilla y descubrir que la boca la tiene llena de dientes, colmillos y
muelas pero a su libre albedrío y las caries campando a sus anchas… y un bigote que más quisiera para el Emiliano Zapata… el encanto se rompió en aquel preciso instante, se
miraron y la magia rodó por el suelo…
No hizo falta la prohibición de sus familias para
terminar con el amor prometido, los Capuletos y Montescos en esta ocasión se
ahorraron los gastos de los entierros.
“Es casi ley, que los amores eternos son los más
breves”, William Shakespeare.
2 comentarios:
Gracias por hacernos sonreir. Un beso
A veces sucede.
Saludos caballero.
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