Nunca he intentado con mis escritos, tirar de la manta
y mucho menos poner el dedo en la llaga… Tampoco pretendo molestar, escribo lo
que siento y lo que veo a mí alrededor, no hay más intención, es más no pienso
de mi mismo que sea una persona comprometida. Creo que soy hasta un cobarde
por no relatar totalmente lo que pienso e imagino.
Corren tiempos raros y difíciles, si no estás conmigo
estas en contra mía, no existe el término medio, el abanico de posibilidades se
está cerrando a pasos agigantados, blanco o negro, la gama de colores está
desapareciendo por momentos.
Puede que tenga reinventarme en el futuro, para
adaptarme a esta nueva situación, van siendo muchos los temas intocables de los
que no se puede hablar, ni comentar, porque puedes herir la “sensibilidad” de
algunas personas, que de repente pasan de lectores a volverse en adversarios, nada más lejos de mi intención, triste final pero real…
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