Disparos al viento, pero con balas de fogueos, discusiones de niños de guarderías con pataleos incluidos, enfados al momento nunca llegando la sangre al río, escopetas cargadas de papelillos y serpentinas, caretas de sonrisas sobrepuestas acompañadas de lagrimas de cocodrilos, se baja el telón, cambia el guión, pero los actores siguen siendo los mismos, aunque les falten algunos ensayos.
Lo que hay es teatro mucho
teatro…, puro teatro.
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