De que nos vale el arrepentimiento si volvemos a
repetir las mismas historias e incluso con los mismos personajes.
Las promesas y juramentos ruedan por el suelo a la más mínima
ocasión.
El papel de Judas Iscariote los jugamos todos y por
menos de 30 monedas, vendemos a personas, ideales y silencios, es la vida… nunca fuimos ángeles.
“Nuestros mejores éxitos vienen a menudo después de
nuestras mayores decepciones”. Henry Ward Beecher
No hay comentarios:
Publicar un comentario