Siempre me ha llamado mucho la atención los nombres de los grupos musicales españoles, y como con el paso del tiempo y el cambio de las décadas los gustos fueron transformándose. Mientras en los años 60 y 70 casi todas las formaciones que recorrían nuestra piel de toro, llevaban la sílaba “Los” por delante: Los Brincos, Los Ángeles, Los Bravos, Los Canarios, Los Diablos, Los Pekenikes, Los Relámpagos, Los Puntos, Los Mustang, Los Salvajes, Los Pop Tops, Los Sirex, Los Módulos… esta lista sería casi interminable, las verdad es que tanto los miembros de los grupos, como sus casas discográficas, no se complicaban mucho a la hora de buscar un apelativo, registrando algo comercial y corto, con la intención de que el gran publico pronto les sonara a conocidos.
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A finales de los años 70, hubo un movimiento musical, que se denominó Rock Andaluz y también llevó a la utilización de nombres que lo definían a la perfección, que mejor que llamarse “Alameda” siendo de Sevilla, mientras en América había grupos llamados Boston, Kansas, o Chicago, ¿Por qué una banda de la capital Hispalense no podía llevar el nombre de uno de sus barrios? “Triana”, de Córdoba nos venía “Medina Azahara”, de la ciudad de Cádiz, “Cai” y el más peculiar “Imán Califato Independiente” nada definía mejor a la música andaluza.
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Eso cambió en los años 80, debido principalmente a la Movida Madrileña, los músicos de aquellos momentos querían olvidar el pasado humilde y modesto de sus predecesores e intentaban ser más modernos, buscando nombres más originales, ocurrentes y principalmente divertidos. Uno de estos primeros grupos fue el de Olvido Gara más conocida por Alaska, su primera formación se denominó “Kaka de Luxe”, continuando con otros tan novedosos como “Pegamoides”, “Dinarama” o “Fangoria”, otra de las modas de la época fue la de unir dos palabras, que definieran el estilo, estética o singularidad del mismo, como “Radio Futura”, “Danza Invisible”, “Siniestro Total”, “Parálisis Permanentes”, “Nacha Pop”, “Golpes Bajos”, “Gabinete Caligari”, “Derribos Arias” y muchísimos más.
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Otros, más que bandas de rock, perecían llevar nombres de chirigotas o cuarteros de carnaval, “Los Torero Muertos”, “Mártires del Compás”, “Los Ilegales”, “Pata Negra”, “Extremoduro”, “Aviador Dro y sus Obreros Especializados”, “No pises que llevo chanclas”, "Peor Imposible", “La Polla Records”, “Jarabe de Palo” o “Los Mojinos Escozios”...
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También hubo los que escogieron el buen gusto y optaron por nominaciones muy vistosas y agradables al oído como, “La Dama se esconde”, “El último de la fila”, “Duncan Dhu”, “Héroes del Silencio”, “La Unión”, “Los Secretos”, “Vainica Doble” o “Mocedades”.
Todos tuvieron sus momentos de gloria y algunos han pasado a formar parte de la historia musical española. Veremos lo que nos deparará el siglo XXI y hacer posible que se llene de nombres mágicos.