Hace unos días he encontrado en un viejo trastero mi máquina de escribir Olivetti Lettera 25 fue un regalo de Reyes de mi padres y he calculado la fecha y hará 35 años que la tengo en mi poder, en ella aprendí mecanografía y realicé mis primeros escritos para la prensa local chipionera, y sobre todo fue la artífice del fanzine cultural “Espacio Vacío” del que lanzamos 22 números allá por los 80 del que yo era su director.
Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido una pequeña frase pegada con tesa film transparente en uno de sus amarillentos laterales, en la que se puede leer “ESTA MÁQUINA MATA…” no tengo ni idea desde cuando está, pero si recuerdo de donde saqué la idea, esta misma frase la tenía el cantante Donovan en los años 60 y 70 pintada en su guitarra como homenaje a todos aquellos que había utilizado sus voces, sus músicas y letras, para denunciar la falta de libertad e igualdad. (Ante la había usado el cantautor norteamericano Woody Guthire añadiéndole la palabra fascistas en las décadas 40 y 50).
Hoy lo tengo mucho más fácil y cómodo escribiendo desde el teclado de mi portátil, pero no por ello puedo olvidar lo que significó para mí este “viejo y desfasado artilugio endiablado”, que fue “cómplice” de más de una aventura de mi juventud…
17 comentarios:
Pues ahora habrá que poner esa frase, "Esta máquina mata", en la pantalla del ordenador. Aunque, para qué, si los que estamos enganchados a esto de escribir no lo vamos a dejar ni que nos piquen. Pero podría ser una advertencia para aquellos que osen tocarla.
Un abrazo.
Buena entrada Mamé! En casa de mis padre conservo también la primera Olivetti! :)
Dice Sabina: El amor que no muere mata, amores que matan nunca mueren.
Saludos,
Quiero decirte también que me fijo siempre en la cabezera del blog, y hoy es especialmente tentador.
Besos,
Es difícil imaginarse o recordar el pasado desde el presente. Ahora es todo más fácil, pero aquellos tiempos en los que nos comunicábamos vía postal, escribíamos con una máquina que se quedaba enganchada en la "A", o nos llamábamos únicamente al fijo, eran, seguramente más románticos.
Todas las máquinas pueden matar, pero mejor la muerte sin sangre: una palabra, una canción, una idea.
Si por aquel entonces, e incluso bastante antes, nos hubieran hablado de o que haríamos con un ordenata en Internet, le hubiéramos preguntado que donde daban esa película de ciencia ficción...
Salud
Desconocía la frase de Donovan pero fue y es muy recurrente y cierta. Ahora entiendo que pusieras esa misma frase en tu vieja Olivetti, Mamé.
Ahora tenemos el teclado del ordenador. Y esperemos no tener que poner la pegatina de Donovan y que usemos la palbra en libertad.
Un abrazo de Mos desde mi orilla de las palabras.
Sí señor... todo un homenaje a aquellos que hicieron de la palabra escrita un arma con la que luchar sin derramar una gota de sangre (aunque a muchos les costó la suya propia). Ese "artilugio" merece un lugar de honor en la casa ¿verdad?
un abrazo :)
Ya sabes, Mamé, que la palabra libre y sin censuras siempre ocasiona perjuicios a quien la emite. Pero no hay que ser cobardes, que nos ha costado mucho alcanzar la libertad de expresión para, ahora, mordernos los labios por tonterías sin fuste.
Un abrazo.
También tengo una asesina de esas por el trastero y te aseguro que hizo muchas "trastadas" en su día. Beso.
Mejor esa manera de matar, con la palabra; no las máquinas para hacer las guerras.
Yo también tuve una parecida... ¿ande andará?
Un beso
Y yo me apunto a "matar" con la palabra o a morir por ella.
El envío llegó la semana pasada y ya salió a la isla de los majoreros.
Un abrazo
ibso
Aprendimos con ellas, para usar lo que ahora sabemos.
Realmente aun existen personas que la usan, sobre todo en paises menos ricos que los nuestros.
Yo también tenía una, la vendí, no la hecho de menos. Las mecánicas, las maquinas se suceden en la modernidad, como nosotros, los humanos, mira tú como andában los del siglo 19, pues no ha llovido ná desde entonces.
Un abrazo tecleado
Yo también aprendí a conspirar en estas maquinas de matar, nunca maté a nadie, pero crecí como persona, porque tocaba crecer y expresarse.
Bonita máquina, Mamé.
Un abrazo.
Es idéntica a la de mi padre, pero la de él es algo mayor (como él, claro).
Por cierto ¡yo, tampoco voy a votar ni al PP ní al PSOE! espero no equivocarme.
Un abrazo.
Nunca pudieron comprarme una mis padres a pesar de que estudié Administrativo y para aprobar mecanografía necesitaba dar 350 teclas por minuto y me venía bien practicar, valían mucha pasta y para no hacer el ridículo tampoco me apuntaron a mecanografía en mi pueblo, pues al final, había que comprar una, eso sí, me apuntaron a clases de borde... a máquina para confeccionar el ajuar, pero esta otra máquina no mataba, claro que algo de pupa sí te hacía si te entallaba la aguja los dedos en el bastidor, ja ,ja... no, no me entalló nunca... A los 24 me casé con uno que la aportó de ajuar y que debe tener más o menos 40 años de tecleo, con ella aprendió mi hija, lleva varios años cerrada en su funda pero junto a mi, tú me has recordado hoy su historia y con ello, lo bien que me ha ido y me va con su dueño, sí, pon una Olivetti Lettera 25 en tu vida y... las pulsaciones por minuto serán de muerte!!!!
Bss...
PD no me bordé el ajuar, me gano la vida tecleando...
Yo tuve una también, aunque aprendí mecanografía con una línea 98. Cuando vengas por Jerez pásate por la calle Porvera, hay una tienda de máquinas de escribir que es un auténtico museo.
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