jueves, 3 de noviembre de 2011

YO LE DIRÍA...


Si yo tuviera una hija a la que inculcarle valores, no sería capaz de mentirle, por lo que tal vez en su madurez podría ser la más sincera del mundo pero también la más incrédula… Le diría que las luchas de nuestros antepasados no sirvieron para casi nada, que los grandes dictadores se esconden detrás de las pequeñas democracias, que a las mujeres se les sigue engañando con fatuas manifestaciones de “velitas y lazos lilas”, para hacerlas creer que de verdad se lucha por ellas; que cuando un terrorista mata, lo mejor es ser pacífica y enseñarles nuestras inocentes manos blancas que como dijo aquel… “No ofenden”. Que por mucho que estudie no le servirá de casi nada si no tiene “buenas relaciones” y que a la larga tendrá que devolver el favor de una manera o de otra. Que los ricos viven porque hay pobres y que algunos de estos pobres se aprovechan eternamente de las administraciones que controlan los políticos que necesitan votos, que las leyes se aprueban por el chantaje de los líderes, que el miedo a perder el poder es tan fuerte que nada se evalúa ante la posibilidad del fracaso. 

Si yo tuviera una hija le diría que viva, que beba con control, que practique sexo con seso, que coma con moderación y sobre todo que no intente cambiar el mundo enganchándose al carro de los que se creen invencible, porque que allí la lucha es atroz y tarde o temprano terminará perdiendo… Ah y que no sueñe casarse con un notario… “Doy Fe”. 

P.D. colaboración “muy” especial de Manuela.


17 comentarios:

Dilaida dijo...

Pues le dirías muchísimas verdades, precisamente lo que siempre se le debe decir a los hijos.
Bicos

Anónimo dijo...

Serías un padre meuy generoso y ella una privilegiada.
Al enfrentarse con el mundo y la cotidianidad, encontraría gente como ella para ser feliz.
Tal vez una utopia.
Deseo que sigas bien.

Genín dijo...

jajaja Da igual lo que les digas, como si dices misa, harán lo que les de la gana, con dos hijas que afortunadamente tengo..."Doy Fe"...jajaja
Pero es que la vida es así, ni hijas ni hijos les hicimos caso a nuestros padres...
Me ha gustado mucho tu entrada, cada día lo haces mejor, al menos, para mi gusto, claro.
Salud

Anónimo dijo...

Pues es una pena que no tengas una hija, porque yo tengo un par de hijos que no me importaría que tuvieran relaciones con "seso" con ella.
Sería una hija extraordinaria.
Un abrazo.

Encarni dijo...

Mira por donde yo sí tengo una hija y estoy ensayando cada día lo que debo decirle en cada etapa y en cada edad. Ahora está casi en la adolescencia, y las cosas hay que decirlas poquito a poco. Pero en eso estoy.

Un abrazo.

PD: Lo mismo algún día tienes una hija (política) :)

nocheinfinita dijo...

Con un notario, noooo. :-))

Un beso y disculpa por mi "lapsus" de ayer.

SEMA MIRANDA dijo...

Es bonito tenr hijos, pero complicada su educación. A mí se me pasó el arroz para adoptarlos pero como bien sabes por mi profesion, éstos problemas los vivo a diario y suelo recomendarlo poco. Un abrazo

JOAQUIN DOLDAN dijo...

los hijos no son nuestros

Isabel Martínez Barquero dijo...

Coincido contigo en muchas cosas, pero pienso que las luchas de nuestros antepasados sí han servido, quizá no tanto como hubiéramos deseado, pero nadie puede negar que la mujer está en una posición más favorable en los inicios de este siglo que en los del siglo pasado (voto, mayoría de edad, desaparición de delitos y faltas ofensivamente machistas, como el adulterio o el amancebamiento y un largo etcétera). Que nos queda mucho por andar, cierto, y que hay que seguir en la lucha.
En cuanto a lo del notario, hoy comería pan y agua, que la crisis los ha metido en cintura a todos.
Un beso, Mamé.

genetticca dijo...

Simplemente, enseñale a ser ella misma,dale todo el amor que necesita y con esa práctica sabrá ganar y entender todas las batallas.

Saludos

josefina dijo...

Me gustaría que tuvieses una hija, lo que le dirias me ha gustado mucho.
Un abrazo

Eastriver dijo...

Grande, Mamé. Le dirías eso y no le dirías ninguna mentira.

Pero, a grandes rasgos y seguramente visto desde la lejanía del tiempo, también tiene razón Isabel. La historia sí avanza, clamorosas injusticias del pasado ya no son posibles, es indudable que vivimos (en un sentido general) mejor que en la edad media, por decir algo. Pero también es cierto que las cosas mejoran a ritmo lentísimo. Y que, cuando se han conseguido una serie de cosas, siempre están los otros detrás, resoplando, para volverlas a quitar.

Mariluz GH dijo...

No dudo que valoraría tu sinceridad y sería una chica magnífica, digna hija de su padre.

un abrazo

Anónimo dijo...

Preciosa entrada Mamé. Me gusta como analizas las cosas! Ayer mismo lo pensaba, que ya han pasado unos años desde mi juventud y mis hijos e hija se van haciendo mayores. Hay veces que tengo malos sueños y otros mejor. Que la vida te enseña y el mejor profesor es el amor. Todo lo que les pase a mis hijos me llenara de amor o de tristeza, y asimismo entiendo que les tiendo una mano, aunque la decisión la tomaran ellos porque la realidad de la vida es diferente para todos.
Creo que en nuestros dias se ha avanzado mucho en cuanto a condición de vida, pero los sentimientos no los conseguimos dominar, por eso el odio y la envidia nos pueden, porque tienen mucha fuerza.
Un abrazo, :)
Felicitat

emejota dijo...

Así se hace, serías un gran padre, eso añadido a la genética, que ayuda su enorme "miaja". Beso.

Sara O. Durán dijo...

Tendrías una hija maravillosa, muy libre, muy feliz, muy orgullosa de ser tu hija.

Maripaz dijo...

Mamé, serias un buen padre...estoy casi de acuerdo contigo en los consejos que le darias.