En la gran ciudad brillan los luminosos de los poderosos bancos,
las fachadas de los palacios reflejan el lujo, grandiosos hoteles de muchas
estrellas colosales rozan el cielo, ilustres firmas con notables y distinguidos
escaparates muestran sus productos prohibidos para transeúntes que no tengan la
tarjeta Visa del la Caja Rural de Suiza, magnates y potentados juegan a una
partida de Monopoly real, millonarios que aspiran y ambicionan en convertirse en
multimillonarios…
A no a muchas calles de allí, se pueden visitar
barriadas de suburbios y guetos, los límites y la delgada línea roja entre la riqueza y la pobreza, la
periferia y andurriales en fin… la frontera.
Pero está claro que nunca un rico será ilegal en ningún
país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario