Cambiar el rumbo y buscar otro destino, transformar el acomodo y averiguar que es posible otro mundo mejor, dejar de soñar y despertar…
Mucho ruido disperso solo faltaría unificarlo, puede que
las masas escogieran otra dirección y que no fueran al abismo. Se acerca la tormenta perfecta y no tenemos paraguas que la resista.
Fraude en los cambios sociales, chantaje en evoluciones
generales, estamos extraviados por derroteros desconocidos donde se defiende provocaciones
que no llegan a cambiar nada.
Agitadores de conciencias dormidas, seriedad permutada
al regateo del pan y el circo, trapicheo que solo es una mudanza donde los
actores varían de escenario, pero el guion sigue siendo el mismo.
Charlatanes portavoces de ideas caducadas,
representantes emisarios de pensamientos extinguidos o todo lo contrario, más
vivos que nunca, pero a la vez venenosos y tóxicos.
“El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmos”
Germaine de Staël.
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