Como si de una película americana se tratara, en tu
fiesta de graduación fuiste elegida la reina del baile, encima del escenario te
impusieron la banda, la capa y el cetro, la gente gritaba tu nombre y aplaudía.
Pero eso solo fue cuestión de tiempo, tu reinado duró
una sola primavera, y pronto tu corona rodó por el suelo, y la corte de
aduladores poco a poco se fue diluyendo, volviste a tu mundo real, la dura acera
fue de nuevo tu compañera.
Le volviste a tantos súbditos la cara, diste tantas
veces la espalda, que ya nadie se acuerda ni de tu nombre, ni de tu rostro.
Vasallos y siervos, pronto se quedaron sin dueños, aparecieron
nuevas soberanas siendo ellas ahora las que administran y gobiernan las fiestas.
Los plebeyos aclaman
y glorifican el nuevo reinado.
1 comentario:
Para pensar hoy,realidades,abrazo.
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