martes, 7 de diciembre de 2010

CONCURSO DE PARADELA (LA CHIMENEA COMO ÚNICO TESTIGO...)



Esta historia se pierde en el tiempo ni se recuerda el lugar ni con mucha certeza los nombres de sus personajes, pero sigue viva gracias al recuerdo del boca a boca que ha ido pasando de generación en generación, “La Leyenda Negra” forma parte de un paisaje que aún se conserva intacto como en el momento que ocurrió, alguno se persignan cuando alguien habla del tema, como si de una maldición se tratara. Cuentan que en una noche oscura y lluviosa donde la sombras se ocultaban de los únicos resquicios de luz que reflejaba una luna menguante rodeadas de negras y espesas nubes, presagio de una tormenta inminente, truenos y rayos acompañados de un fuerte viento que hacían mover las ramas de los árboles a su antojo, el ruido que producía parecían las voces de las almas en pena que dicen que recorren estas tierras en las noches como estas, voces que muchos escuchan pero figuras que nadie nunca habían visto.
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La única presencia humana está lejos, la pequeña aldea se esconde detrás de la colina como queriéndose resguardar de los malos augurios, donde las puertas y ventanas están cerradas a cal y canto como si de alguna forma lucharan por defenderse de fantasmas y demonios, la noche continua su curso, pero esta es distinta, algo se presagia y es de mal agüero, por un momento la lluvia es tan fuerte que da la sensación de un nuevo diluvio que condenara a un futuro incierto de nuevo a una pecadora humanidad, un castigo divino que regenerara una sociedad podrida y corrupta.
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En uno de aquellos hogares entre sudores y gritos, una mujer lleva horas de parto asistida solo por una vieja comadrona, en la penumbra solo se divisa su sombra que refleja su silueta en la pared producida por la débil luz de un viejo candil, enlutada de pies a cabeza aviva el fuego de la chimenea mientras en un caldero de cobre hierve el agua, para después trocear la única sábana de certeros tirones y que va doblando cuidadosamente, como si su vida dependiera de ello.
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Van pasando los minutos, y los dolores se acentúan tanto que está a punto de perder el conocimiento, cuando alguien llamó a la puerta de una forma compulsiva, un hombre con la ropa empapada entró en la estancia, se despojó de la capa y el sombrero y se acercó a las brasas incandescentes para entrar en calor, la vieja partera comienza una conversación con la persona recién llegada, como si hablaran en clave no consigue con seguridad descubrir realmente cual es tema por el que el nuevo visitante apareció tan de repente en aquella rara madrugada, el alumbramiento se acerca, una nueva criatura viene a este mundo.
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En los primeros albores del día y cuando la claridad va alejando las tinieblas, el llanto de un bebé retumban por unos instantes en aquel destartalado habitáculo, para luego seguirle un silencio aplastante después de un fortísimo portazo, algo extraño estaba sucediendo que de alguna manera ella no podía controlar. ¿Quiero ver a mi hijo? Gritaba una y otra vez, el tiempo pasaba y no había respuesta, rota por el cansancio el sueño por fin le rinde, ya solo la acompañan los troncos que poco a poco se consumen en la vieja chimenea…

19 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Miedo me da, Mamé...
Y, ahora, ¿cómo podré estar tranquila ante la chimenea cada día?

Anusky66 dijo...

impactante historia y un final con muchas opciones diferentes.
Por cierto ya me gustaría a mi el calorcito de esa la chimenea.

Suerte
Un besazo

Anónimo dijo...

Mamé...
Este texto es "superior"...muy trabajado...
a mi teniendo un fuego como éste que quema los malos espiritus y los augurios negros...se me quitaria la intriga y el miedo...
Nos vemos rival en esta final
¡suerte¡

Pasto dijo...

Echa un par de troncos más y arrímate al hogar para ver cómo flamean en él las historias. La lluvia te acompañará desde el exterior, celosa,curioseando tras los cristales.
Saludos.

José Vte. dijo...

Buena historia Mamé, muy inquietante, perfecta para contar en una noche de lluvia y frio como las que estamos teniendo.
Mucha suerte en el concurso, nos vemos en la final

Dilaida dijo...

Una buena historia para contar delante de la chimenea una noche fría de invierno. Suerte en el concurso.
Bicos

Adelaida Ortega Ruiz dijo...

Nos dejas libertad para acabar el relato a nuestro gusto.

¿Te has planteado escribir la segunda parte?

¡Anda porfa...!

ibso dijo...

Un relato de suspense muy bueno, con un final abierto y con una narración que deja mucho a la imaginación. Te deseo mucha suerte en el concurso.
Un abrazo, Ibso.

Encarni dijo...

Mamé que calorcito me ha entrado cuando he visto el fuego y has amenizado la visita con una historia de miedo, de esas que también reconfortan.

Un abrazo fuerte y mucha suerte.

emejota dijo...

Menudo stress para mis añitos, no he podido respirar hasta el final del post. Se me ha ocurrido arrimar el hombro y concursar también, te deseo suerte compañero.
Por cierto acabo de ver que en tu perfíl también tienes a Juan Salvador Gaviota, ¡como yo! Un fuerte abrazo.

Princesa115 dijo...

Has dejado la puerta abierta para que cada cual imagine su final. Me encantó, suspense y terror.
Mi enhorabuena Mamé.
Te deseo mucha suerte

Un saludo

Genín dijo...

Es innegable el poder de las chimeneas que tu resaltas con maestría...
Salud

ARO dijo...

Buen relato. Nos veremos en la pelea amistosa que convoca Mª Jesús. Suerte.

Maripaz dijo...

Muy buena historia Mamé...buff, que intriga hasta el final...y luego me he quedado con las ganas de saber que pasó con la criatura. Creo que nos debes una segunda parte.
Te deseo suerte.

impresiones de una tortuga dijo...

No sé de qué vá ésto del concurso, pero deseo que ganes, porque el relato es imaginativo, tétrico y con un final, que no quiero pensar.
Saludos, Mamé.

Montserrat Sala dijo...

Escalofiante historia. Muy bien hilvanada la has dejado a punto de prueba. quiero decir que está lista para el concurso. Saludos y mucha suerte.

nocheinfinita dijo...

Al calor de una buena lumbre en una chimenea pueden suceder las historias más misteriosas....

Mucha suerte

Un beso

noche

felicitat dijo...

Presagios de mal agüero, es lo que se teme cuando aparecen esas terribles lluvias que cuentas. Precioso relato. Siempre agradecerte tu solidaridad con las mujeres. Los partos son momentos tensos y aveces desagradables.

Saludos, espero tu visita en mi casa, no sé cual encontrarás, perdí el blog, ya lo he recuperado, pero he publicado en los dos. s

Calvarian dijo...

Final abierto que da que pensar. Supongo que a pesar de lo civilizados que nos creemos las leyendas negras y oscuras, nos seguirán acompañando.
Como anécdota, te cuento que me siento identificado con el bebé, siempre bromeo con mi madre, tuve que ser un "cambiazo", le digo, porque no soy como el resto de la familia, entre otras cosas calvo, jejeje
Saludos