“Y en la desnuda claridad, yo vi diez mil personas, tal vez más. Gente hablando sin decir nada, gente oyendo sin escuchar, y ninguno se atreve a perturbar los sonidos del silencio”.
Esta es una estrofa de una canción compuesta en el año 1964 por Paul Simon y Art Garfunkel, que aún tiene la misma frescura y vigencia que el día que se publicó, porque la temática sigue siendo latente en una sociedad que padece la soledad y el aislamiento de sus congéneres como pan nuestro de cada día.
Habitantes que moran en edificios que rozan el cielo, donde conviven cientos de vecinos y no se molestan en conocerse, ni tan siquiera en saludarse cuando comparten un mismo ascensor, y luego son capaces de llevarse horas delante del ordenador “chateando” con personas a las que nunca probablemente van a ver y que posiblemente les mentirán en cuanto al nombre, la edad, la procedencia, la profesión e incluso en el sexo.A pesar de que las grandes tecnologías nos dominan, las distancias son más cortas, los avances de la humanidad corren a pasos agigantados… el futuro ya esta aquí, pero vivimos en el reino de la incomunicación.
Llamamos incivilizados a nuestros antepasados, los que vivían en cavernas, donde los ancianos de la tribu daban a conocer sus conocimientos a los más jóvenes alrededor del fuego, y a la luz del mismo, relataban historias de cacerías pasadas o la de las hazañas de algunos de sus miembros, en aquella época el ser humano no podía ser autónomo ni autosuficiente tenía la necesidad de relacionarse para poder defenderse o conseguir alimentos y ante todo sobrevivir, hoy preferimos ser independientes y anónimos, pero aún así nos proclamamos seres inteligentes y civilizados, porque ya no pintamos en las cuevas, ni cazamos mamut y mucho menos escuchamos los consejos de nuestros mayores.
Y al final ¿Qué es lo que se gana y que lo que se pierde? Con tanta cultura e información, si no sabemos utilizarla o lo hacemos mal, casi todo son palabras vacías que forman frases que no dicen nada en conversaciones para oídos sordos que se niegan a escuchar.
Y al final ¿Qué es lo que se gana y que lo que se pierde? Con tanta cultura e información, si no sabemos utilizarla o lo hacemos mal, casi todo son palabras vacías que forman frases que no dicen nada en conversaciones para oídos sordos que se niegan a escuchar.
Ahora tenemos “amigos” australianos, chinos o de cualquier rincón del planeta, pero no nos molestamos en conocer a los convecinos del barrio o del edificio, preferimos seguir escuchando “Los sonidos del silencio…”.
14 comentarios:
La canción preciosa. El anonimato también. Uno de los motivos por los que me sería difícil vivir en un pueblo es porque necesito mi dosis de anonimato, de desconocimiento, de olvido público. Hace años conocía a casi todos los de mi escalera: algunos han muerto, otros se han trasladado, han llegado gentes de otras etnias. No me enteré. Simplemente ahora observo y descubro que no conozco a casi nadie. Y eso que para muchos es deshumanización para mí es sencillamente vida, porque la gente va y viene, vive y muere, la mayoría de veces de forma anónima. y eso forma parte de la existencia y debe ser aceptado con naturalidad. Yo reivindico eso de la vida urbana. Lo peor ya lo sabemos: cuando esa soledad y ese olvido llevan al sufrimiento. Pero de ese sufrimiento y de esa soledad no tiene la culpa la vida ni las personas que la habitan.
La gente se muere sola en todas partes.
Un abrazo grande.
Tan cerca pero tan lejos ¿no Mame? con un simple buenos días se puede comenzar una conversación solo consiste en querer, romper barreras y abrir puertas. Tan solo buenos días y rompemos esos silencios.
Un abrazo y felices fiestas.
Extraordinaria canción, mítica donde las haya.
Yo creo que por mucha comunicación, y muchos amigos virtuales que se tengan, al final siempre se echará de menos hablar cara a cara con la gente. Pero siempre con los propios amigos, algunos compañeros y algunos familiares.
Hasta en los pueblos pequeños donde todos se conocen, la gente en muchas ocasiones más que hablar se soportan.
Pero es verdad que en esta sociedad, muchas veces se echa de menos algún sonido entre tantos silencios
Un abrazo
Amo esos silencios y la canción :)
te dejo el enlace al diario del loco por si quieres ver la felicitación especial que he dejado para todos
un abrazo :)
Es la primera vez que leo la letra en español, la conocía a trozos en inglés, pero no completa.
En cuanto a tu reflexión, todo evoluciona y cambia, imagínate si quisiéramos ahora seguir cazando Mamuts.
Yo vivo feliz conociendo a mis vecinos pero unos son ya como familia y a otros los saludo cordialmente cuando los veo, pero hasta ahí, los hay, pocos, que no me caen bien o yo les parezco raro, que seguramente razón no les faltará, y así, cada quién por su camino...
Salud
En algunos aspectos hemos ganado, en otros hemos perdido. La comunicación es lo más importante y no importa la forma que se emplee para hacerlo. La cortesía, la educación con nuestros vecinos y gente del barrio no está reñida con la tecnología. Supongo que es como todo: Te acercas o hablas con quien más afinidad tienes. Al vecino insoportable o mohíno ni le saludas.
La canción de Simon y Garfunkel muy buena. Toda una leyenda musical.
Un abrazo desde mi orilla.
Mos.
Cómo lo ve el Jardín... pues así a bote pronto es que antes hablabas con tus vecinos porque no podías elegir gente a fin, era casi como que no puedes elegir la familia en la que naces, ni los compañeros de trabajo, ni... sí, los vecinos, y tenías que hablar con ellos aunque no tuvieseis los mismos gustos, se hacía un esfuerzo para entablar amistad, igual que con los compañeros de trabajo e idem con la familia, pero ahora,... tenemos las tecnologías y ves... en lugar de estar hablando ahora mismo con mi vecina... hablo "entre comillas, claro" contigo porque sé que eres más afin, me cuesta menos trabajo porque ya tengo la información de que me eres más a fin y no necesito intentar conectar... ¿No sé si me explico? Sí, claro que sí, je, je... pues ésto es lo que nos aportan las NNTT ... lo malo... que apagas la máquina y te encuentras que no tienes azúcar y claro... vas a casa del vecino a pedir por favor... ah! ese por favor!, por favor, ja ,ja... Bss...
a vote.... ja ,ja... Bss otra vez!! ¿Tienes una poquita de azúcar? Es que ya no está la Celia... ja, ja...
Comparto tu reflexión, me identifico con lo que dices. Y la canción me llena de belleza, es una maravilla; en mis tiempos de estudiante, con un amigo a la guitarra, la cantábamos en castellano por los pasillos de la universidad.
Pues, sí: me trato más contigo que con mi vecino más cercano.
me gusto mucho,abrazos
Totalmente de acuerdo con tu reflexión. La canción me encanta y me trae muy buenos recuerdos.
Bicos
Hay gente que es anónima hasta de si misma.Nunca se llegan a conocer y prefieren pasar desapercibidos antes que alguien les recuerde lo solos que están.
Sin embargo son capaces de transitar por los invernaderos de la web, donde su rostro es una esfingie y las palabras un señuelo .
La simpleza de resumir la vida y la muerte como una lógica sin resaltes, es no optar por un intermedio lleno de alternativas que hacen que esa realidad se llene de riquezas naturales y alegrias compartidas.
Un abrazo
Muy buena reflexión.. Cada vez que voy a mi barrio me siento más extraña y eso es preocupante, nos hemos deshumanizado totalmente. Recuerdo que hace algunos años en la plazuela donde vivía nos sentabamos en bancos, que aún se conservan, a ver a nuestros hijos jugar y si pasaba un día o dos sin ver a algún vecino nos preocupabamos por si le habría pasado algo y lo llamábamos para saber de el. Ahora nadie conoce a nadie y nadie se preocupa por nadie.
Publicar un comentario