BLANCOS CANÍBALES BLANCOS

Cuando mi hermano y yo éramos pequeños (a comienzos de la década de los 70), nos encantaba coleccionar cromos de unos álbumes que se llamaban “Vida y Color” que trataban de naturaleza sobre todo de animales y plantas, pero también había un apartado sobre el ser humano de razas y civilizaciones, era una de las partes más interesantes para dos niños como nosotros. Era muy curioso lo que cambia la fisonomía y aspecto del hombre de un país a otro o las diferencias tan grandes entre distintos continentes.

Los dibujos de las estampas eran de mucho colorido definiendo muy bien a los personajes que se retrataban en ellas, nos llamaba mucho la atención los adornos y sobre todo las modificaciones y transformaciones que “los salvajes” se producían en sus cuerpos, esas mutaciones nos provocaban incluso miedo y repugnancia, siendo una cosa impensable en el mundo civilizado en el que nosotros habíamos tenido la suerte de vivir…

¿Quién me iba a decir a mí que “los salvajes” somos ahora nosotros?  Sales a la calle y veras a la gente de tu alrededor llenos de tatuajes en los sitios más insospechados, piercing, dilataciones, pendientes de todos los tamaños imaginables y en cualquier parte del cuerpo… y peinados que desafían las leyes de la gravedad o con colores y cortes de lo más llamativos y exóticos…

Mientras ellos se los hacían por motivos de valores religiosos, culturales o espirituales, nosotros somos más snob y extravagantes solo es moda o estética. ¿Quién son ahora los primitivos e incultos?