miércoles, 19 de febrero de 2014

ODISEA CARNAVALESCA 1984-2014




En un pasado no muy remoto hubo una época donde se aplaudía y glorificaba a todo aquel que se arriesgaba a subirse a un tablado o escenario, y nos hacían creer que aquello era autentica esencia de un carnaval anteriormente  prohibido y malévolo, de la noche a la mañana aparecieron artistas virtuosos, autores de plumas bohemias, genios de esquinas, compositores y maestros del gallinero del Falla, damas que se creyeron que participaban en un certamen de Miss Mundo, políticos adictos al brillo de los micrófonos con una audiencia extasiada, peñistas expertos y versados salvadores de la fiesta, “cabalgateros” venidos del mismo Circo del Sol, degustaciones en interminables colas de manjares y exquisiteces servidas en platos de plásticos…

Tamizado por el tiempo el carnaval de nuestro pueblo sufre una metamorfosis permanente, se modifican los criterios y las maneras de celebrarlos año tras año, en ocasiones nos implicamos tanto que lo perjudicamos y lo deslucimos y en otras simplemente arrancamos las hojas del calendario como si se nos fuera la vida en ello, y dando gracias a todas las deidades del cielo de que ya estemos en ese farolillo rojo que es el Lunes de Resaca, idiosincrasia genuinamente chipionera que no tiene límites…

1984-2014 Treinta años que no son nada o todo lo contrario, imprescindibles en nuestra reciente historia, señal y síntoma que toma el pulso a este pueblo por febrero, donde se cortan o coronan cabezas a nuestro antojo y capricho, convirtiéndonos en jueces y verdugos desde el graderío y dando el beneplácito o la disconformidad a todo aquel que ose a formar parte de este gran circo que es el carnaval, los que van a morir te saludan… 

P.D. (Dedicado a todos mis paisanos chipioneros).

5 comentarios:

Genín dijo...

Seguro que lo pasareis genial :)
Salud

Fiaris dijo...

Será genial!!!!
abrazos

Unknown dijo...

A disfrutar sa dicho!!!! Un saludo.

Maripaz dijo...

¡Feliz Carnaval, Mamé!
Que usted lo disfrute...

José María Arroyo Bermúdez dijo...

Que os sea leve y que no llegue la sangre al arroyo de la Rigerta.