CUADRAGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE CUARENTENA...

Diario de a bordo: 

Esta mañana me desperté sobresaltado, 
por un mal sueño, 
soñé que se daba el confinamiento ya por terminado 
y mi mayor preocupación era…
¿El papel higiénico caduca? 
¿Y los 12 kilos de levadura? 
Menos mal que fue una pesadilla, 
porque la cosa sigue igual
y quedan algunas horas más de esta atadura….

A la gente les ha dado por hacer manualidades
y crear del reciclaje verdaderas obras de artes,
¿De dónde se sacarán tantos tiestos viejos?
Hierros retorcidos, tenedores y cucharas,
de atún y de anchoas un montón de latas… 
tornillos, tuercas y arandelas… 
está claro que tenían un gran trastero
o están rebuscando en la basura, 
otra excusa perfecta para poder salir a la calle
aunque sea a oscuras…

A otros les han dado por pintar
y algunas habitaciones las han pintado ya tantas veces, 
dándoles tantas capas de pintura,
que la casa está menguando de dentro para fuera…

Hay quién practica todo tipo de deporte, 
que si flexiones en el suelo, 
que si arrancan una puerta del ropero, 
alpinismo en la azotea, 
cien metros mariposa en la bañera, 
tiro al plato en el balcón, 
un partido de fútbol en el salón, 
patinaje artístico con el piso recién fregado
o carreras de relevos con las bolsas del mercado…

También tenemos los que sacan al perro
mañana, tarde, noche y madrugada
y desde hace unos días los que levantan a sus niños
a las siete de la mañana para pasear…
por donde les de la gana...

Otros pasan de la Primera a la Cuatro,
de Telecinco a la Segunda,
de Canal Sur a la Sexta
que para eso pasa por Valladolid el río Pisuerga… 
que rebujo y hartura de noticias en una vuelta
y les entran ganas
de tirar el televisor por la ventana.

E incluso hay quienes se atreven a leer, 
aunque vayan por la cartilla primera, 
otros escriben y se creen periodistas
y poetas de fundidas estrellas, 
los hay que se dedican a la fotografía
y hacen instantáneas de todo lo que se mueve o menea… 
pero los más, todo el día tirados en el sofá
y para darse la vuelta hasta se lo piensan…

Mucho ánimo a todos, creo que es la primera vez que me despido en mi “Diario de a bordo”, nos leemos mañana, os espero, ahora os dejo una amarga dulce sinfonía…

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