Eso de que las apariencias engañan muchas veces es verdad, y lo que relato a continuación es verídico sucediéndome hace muy pocos días, cogí el autobús en una estación muy alejada del centro de Cádiz (En Cortadura) eso es el mismo principio de la ciudad y muy alejada de donde termina la línea en "La Plaza de España" donde me dirigía, al mismo tiempo que yo, se montaron dos chicos con unas pintas un poco extrañas, coloridos pantalones muy anchos, zapatillas de deportes gigantescas, grandes gorras de viseras, gafas de sol, piercing y algún que otro tatuaje, todos de alguna forma de los que hacían allí cola disimuladamente los miraron.
Cual fue mi sorpresa, en las casi veinte paradas del recorrido ofrecieron en varias ocasiones con muchísima amabilidad sus asientos a todas las personas mayores que se montaron en el bus, está claro que no hace falta llevar chaquetas y corbatas para ser educados y correctos, por eso muchas veces las apariencias engañan…
12 comentarios:
Bien cierto. Te mando esta imagen regalito. No he sabido hacerlo mejor, aunque me consta que se debe poder. Tendrás que agrandarla. https://lh4.googleusercontent.com/_5XSZjG373qM/SsRtapLx1mI/AAAAAAAAATg/sL-L0B1LJ6o/s128/07032009249-1.jpg
Un fuerte abrazo.
Aquello que dice "que el hábito no hace al monje" es la pura realidad.
Bicos
Pues es cierto lo que dices Mamé. Dicen que la educación se mama, se lleva dentro y las apariencias exterior no tiene nada que ver.
La vida nos sorprende, verdad?
Un abrazo
Efectivamente Mamé, las apariencias engañan, todos conocemos casos que lo demostrarían, yo conozco varios.
También te digo que, y siguiendo con el caso que tu planteas, cojo todos los dias el autobús. Por mis circunstancias físicas, tengo reservado algunos asientos. Bueno, pues te puedo decir que en las ocasiones que va lleno, generalmente se levantan para cederme su sitio mujeres, y más generalmente aun mujeres de mediana edad o mayores (generalmente declino el ofrecimiento), aunque es verdad que hay de todo.
Parecerá casualidad, pero el viernes pasado pensaba yo en hacer una entrada, calibrando alguna especie de estadística sobre éste tema, a propósito de que un hombre, de mi edad aporximadamente, me cediera, amablemente, su sitio. Al lado, y sentada en un lugar reservado a personas con discapacidad, ancianos o empabarazadas, había sentada una chica joven, que ni se inmutó. Por supuesto podría estar embarazada.
Yo nunca exigo ni pido a nadie que se levante y me ceda el asiento.
Perdona por la extensión, pero me ha parecido muy interesante tu reflexión.
Un abrazo
No siempre, pero sí a veces.
Uf! por fin te puedo visitar Mamé...llevo unos dias con problemas en internet.
Tienes razón, la mayoria de las veces, la apariencia nos juega malas pasadas, y es que lo importante se esconde en el corazón y este es invisible.
Abrazos
Como me ha gustado leer lo que cuentas!!!
Salud
Unos tienen la fama....y es por su indumentaria que la asociamos a muchos gamberros y maleducados...
no siempre es así.
Yo voy a ser más práctico. Es verdad que las apariencias engañan y como engañan hay que tener cuidado.
Como uno que me sé que se presentó en una oposición en carzonas y chanclas.
Estaba superpreparado y suspendió.
Por la apariencia. (Tenía un examen oral y ahí fue donde se lo cargaron)
Cierto es, Mamé. Las apariencias engañan. Hay chavales muy "modernos" pero más educados y correctos.
Nunca hay que prejuzgar.
Un abrazo de Mos desde mi orilla.
Solo que no todos saben no discriminar y fijarse en los detalles positivos como fue tu caso en nuestras sociedades "perfectas", por eso, que bueno que lo reflexionaste en tu entrada. Espero que lo lean miles y más miles de personas.
Más saludos.
Mirá Mamé, por acá los jóvenes se visten y se peinan que da susto. Y es que creo que al igual que en mi época, es su moda. Pero esas apariencias (que llevan a tratar de parecerse entre todos ellos, jóvenes) oculta la buena educación que muchos padres tratamos de dar a nuestros hijos.
Ojalá se multiplique.
Baci
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