miércoles, 15 de febrero de 2012

LA VIDA ESTÁ EN LOS LIBROS


Hace unos días escuché en un programa de radio a una profesora que no estaba muy de acuerdo con los libros que mandaba a leer a sus propios alumnos, ella opinaba que dichas obras más que atraer a la lectura lo que hace es que niños de 11 o 12 años vean la literatura como a un enemigo, los libros con los que trabajaba eran obras cumbres pero no para lectores que están a empezando a serlos, entre ellas mencionó a “El libro del Buen Amor” de Arcipreste de Hita, “La Celestina” de Fernando de Rojas, “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique o el mismísimo “El Cantar del Mío Cid”… estos más que un placer para los escolares es un castigo.

Esta persona aconsejaba que tuvieran que leer a otro tipo de autores que con un lenguaje e historias más cercanas para que cautivaran su atención, descubriéndoles que la literatura puede ser divertida. Que ya tendrían tiempo y opción para leer a los anteriormente citados, ella proponía a escritores como Herman Melville, Emilio Salgari, Mark Twain, Enid Blyton y sobre todo a Julio Verne.

Recuerdo haber leído “El Quijote” con esa edad y la verdad es que no me enteraba de nada y me aburría muchísimo, y en cambio mandaron un trabajo donde se podía escoger una novela y después hacer un trabajo sobre ella, yo escogí "Robinsón Crusoe" de Daniel Defoe y cuando presente “La Tarea” un poco y más y hago una tesis de lo que me gustó, y lo mejor es que le puse tanto ímpetu a la labor que fueron muchos los compañeros que me pidieron el libro… y lo leyó casi toda la clase, a partir de ahí me aficioné mucho a la lectura, puede que la profesora pudiese estar equivocada pero yo me identifiqué con su teoría.

16 comentarios:

tripode dijo...

Me identifico contigo Mamé, que trabajito costaba esos textos antiguo,que hoy ya valoramos como obras de arte, pero entonces....Bonita entrada. Un abrazo

Sara O. Durán dijo...

Los primeros maestros nos marcan de por vida. Lamentablemente, no todos tienen el criterio para crear el gusto por conocer más a sus alumnos, en todas las materias.
Un abrazo para los dos.

maile dijo...

Yo guardo todos mis libros. Nunca he perdido ni arrinconado uno de ellos. Creo que con el tiempo he vuelto a leer cada uno de aquellos que me obligaron a leer y que, incluso, no me gustaron. Y me temo que los disfruté cuando debía.
Muchas veces conocer un texto, aunque sea a destiempo, es una oportunidad para buscar la ocasion y volverlos a leer.
Gracias señor Mamé por su reflexión. Buscaré alguno de los olvidados.

Mos dijo...

Suscribo esa idea, Mamé.
Si damos a los jóvenes lecturas aburridas y pesadas puede que odien la literatura.
Cada edad tiene su tipo de libos, sus novelas y así la gente se va enganchando hasta otras obras mayores.

Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

mariajesusparadela dijo...

Primero hay que engancharse...luego ya no hay quien se suelte.

Alfonso Saborido dijo...

Llevas mucha razón. Yo soy un lector empedernido desde chiquitito, y me leí todos los libros de Julio Verne, Enid Blyton y más de jovencito. Cuando llegué al instituto, me obligaron a leer La Celestina, y se lo dije al maestro, con esto usted hace que nadie vaya a volver en su vida. Y me dijo que sí, pero que lo obligaban los planes de estudio.
Por cierto, Robinson Crusoe me encantó. Y tengo un libro que me compré luego que se llama 'La vida sexual de Robinson Crusoe', pero ya eso no te lo puedo escribir aquí, porque te puedes imaginar las aventuras que tenían con Viernes jj :P

Naranjito dijo...

Yo tambien empece con Verne, con Salgari, con Stevenson, para despues empaparme de los cásicos del siglo de oro por obligación. Pero tenía la base de la imaginación adquirida con los libros que se leen "por gusto". Me gustan los libros clásicos de aventuras ¿y qué...?
Un abrazo compañero.
Por cierto. peazo de colección de música "clásica".

Genín dijo...

Yo creo que El Quijote nunca llegué a leerlo entero, un día de estos lo hago...
Salud

Víctor Hugo dijo...

Toda la razón del mundo: Mandar leer libros por leer no tiene sentido alguno... Por hacer lo contrario tengo a unos cuantos amigos que ya lo único que leen es la parte de atrás del As:)
Como todo en este mundo, lo primero es captar la atención de los niños y jóvenes con lecturas que les atrapen. Lo demás vendrá rodado.


¡Saludos!

Unknown dijo...

Tienes razón, eran libros muy arduos y lo importante es que los niños le tomen gusto a algo tan maravilloso y gratificante como es la lectura . Yo empecé leyendo a Mortadelo y Filemón y tebeos que me encantaban, de ahí salté a los libros de Enid Blyton, los cinco y los siete, y de ahí salté a Ágata Chistie, que mi padre tenía todas sus novelas. Y hasta hoy es uno de placeres mas deliciosos que hay.

Que entrada tan bonita, gracias!!
Un abrazo

Alicia dijo...

Efectivamente, aquellos libros en castellano antiguo (El Arcipreste de Hita) aburrían a las piedras...

MariCari dijo...

ES verdad lo que dices... leer, leer y leer... y después... leer... Bss

nocheinfinita dijo...

Una muy buena teoría, la lectura tiene que ser un placer, nunca un sufrimiento.

Un abrazo

Midala dijo...

Totalmente de acuerdo. Creo que hay edades para todo.No se le puede dar a un crio de 11 años el quijote porque terminará aborreciendo la lectura.Muy buena entrada.Sobrre todo para reflexionar.un saludo

Mercedes Pinto dijo...

¡¿"El libro del buen amor" a los once años?! ¡POR FAVOR! No me extraña nada que haya tan pocos aficionados a la lectura. Naturalmente, a los niños hay que aconsejarles historias con las que se identifiquen y que los hagan soñar.
Un placer volver a saludarte y leer tus reflexiones.
Un abrazo y hasta pronto.

Abuela Ciber dijo...

Lo importante que es adaptar las lecturas a las edades, ademas los tiempos han avanzado y los personajes novelescos que les atraen son otros.

Saber combinar pienso que seria en bonanza.

Cariños