Si yo hubiese sido Adán aún estaríamos en el Paraíso, no me gusta la fruta, la única que como es la escarchada con azúcar...
Seguro que Dios me hubiera tentado con un donut o una torrija, entonces no habría hecho falta ni que me excitara con Eva y la historia de la serpiente parlanchina…
Chispas de chocolates, delicias de tentaciones, glaseados momentos, picardías de vainillas, sueños de almíbar, sabores celestiales, éxtasis cremosos, delirios de mermelada de besos, bocaditos rellenos de alegría, caramelos de miel de abeja reina, aromas y caricias de canela fina…
Qué gordo me estoy poniendo… adiós al dulce Paraíso.
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