Detrás del éxito, viene el fracaso. Después
de los aplausos, el silencio. Pasamos de la euforia al desánimo, de
las evocaciones al olvido, de
cumplidos y elogios al insulto y desprecio…
Biografía y hazañas defendidas, historias y crónicas mutiladas, relatos sin memorias, fuerza y energía rodando por el suelo, fortaleza y espíritu ya sin aliento... y sin extremos.
Qué cada alma lea lo que quiera leer y entienda lo que quiera entender...
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