lunes, 6 de julio de 2009

MI LISTA DE ÉXITOS



Una de mis grandes aficiones ha sido oír música, desde siempre he coleccionado disco de vinilos y posteriormente CD,S; y en más de alguna ocasión me han preguntado por mis gustos musicales, y siempre contesto que “el libro del los gustos se había quedado en blanco”.

Hay varios estilos que no me dice gran cosa, que ni me impresionan ni me cautivan, por poner ejemplos “lo latino” y “el flamenquito”, la nominación flamenquito es ya de por si un diminutivo y casi todos los diminutivos, hacen bajar de categoría su significado; es algo que no va a crecer o que nunca va a madurar.

El flamenco es un genero de los grandes, de los que hay que escribir con letras de oro, un arte desconocido para el gran público los mismo que le ocurre al jazz, pero que cuando lo escuchas, aunque no lo entiendas o te suene extraño, si ves el sentimiento o el feeling en las interpretaciones de esos artistas que las realizan.

Y lo de latino, aquí ya me pierdo por que si en esa etiqueta metemos todo lo que nos viene de Hispanoamérica mal empezamos, no podemos meter en el mismo saco a artistas como a los cubanos Pablo Milanes o Silvio Rodríguez o al dominicano Juan Luis Guerra o a los mexicanos Maná; con los guaperas y bailones del momento con ritmos machacones y monótonos con sonidos enlatados de cajas de ritmos y efectos de teclados, en los que todos suenan a lo mismo, y es que esa música la puede componer un noruego o un ruso, sin saber donde situar ningún país sudamericano en un mapa.

Muchas veces el éxito comercial no dice nada de la calidad de un disco y otras no es malo ser comercial, si lo que haces es realmente bueno, pero en mucho de estos casos, son éxitos efímeros, artistas de usar y tirar, simplemente un producto, una pieza de una cadena de montaje, que si deja de producir dinero, será remplazada inmediatamente y la industria discografía seguirá funcionando y el pasará al más rotundo olvido.

Creo que en Latinoamérica se tiene que está haciendo otro tipo de música aparte de la que suena en las radios fórmulas españolas.

Y en el apartado de los flamenquitos, hay están Los Estopas, El Melendí, El Arrebato, etc… que lo que han hecho ha sido desempolvar las viejas grabaciones de Los Chichos, Los Amayas, Los Chunguitos y a unos olvidados y pocos reconocidos “Los Chorbos”, que con un disco llamado “Caño roto” se convirtieron en el baluarte de aquel sonido denominado “Gipsy Rock” a mediados de los años setenta.

Lo mismo que los blancos se apropiaron de los éxitos de los negros en los inicios del rock and roll, dulcificando las voces y los contenidos, siendo ellos los triunfadores con un mínimo esfuerzo de composición y creación. Ahora ocurre lo mismo, siendo en este caso los payos, los que triunfa con el sonido gitano de toda la vida, simplemente suavizando las letras y dándoles un toque pop, dejando de ser marginal.

Todo está inventado y solo se molestan en hacer un “refrito” que los entendidos en la materia lo llaman “fusión o mestizaje”, y lo mismo te meten música de Semana Santa con salsa cubana o te mezclan una jota aragonesa con los cantos de los monjes budistas del Tibet, aquí todo vale, la cosa es vender y procurar que su último CD se pueda encontrar en el top manta, porque si no está, será la señal que no eres nadie, ese es el mayor síntoma de que a tu artista favorito no lo conocen ni en su casa a la hora de comer.

Las listas de éxitos nunca serán del todo fiables, ya que son las grandes discográficas las que las controlan, siendo sus productos los que ocuparán los puestos más altos, al final tú tienes la última palabra, tú decides, aunque la verdad a veces es incomoda y otras son burbujas de amor...

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