martes, 27 de abril de 2010

ADICTOS AL "PARIPÉ"

En una sociedad donde navegar contra corriente y no dejarse llevar por las olas está mal visto, cuando se pierden los ideales por una nómina y los silencios se compran por un puesto de trabajo, la democracia deja de ser lo que su nombre indica. Y esto es solo la punta del iceberg, pero una punta que algún día podría superar al hundimiento del grandioso Titánic.

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Cada vez la política se vuelve más oscura y menos creíble, cuando se acercan unas elecciones y sobre todo cuando llegan las municipales hay candidaturas que para llegar a completarlas se tiene que rogar y suplicar a los posibles integrantes para que formen parte de las mismas. Pero también se da el caso en el que ocurre todo lo contrario, que hay tantas personas por integrar la dichosa lista, que la discusiones y peleas son la mejor tónica para poder escalar el ansiado “Puesto”.

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Y es que ser hoy en día concejal da un prestigio que no se alcanzaría de ninguna otra forma (bueno, si con el dinero), aunque no se comulgue con las mismas ideas que las siglas que con tanto ahínco se defiende y es que cada vez se pone más difícil diferenciar un “Buen militante” de “Un estomago agradecido”, ya que poseer un carné de un partido político, a ser posible del ganador (que al igual que el de conducir dependiendo de cómo te portes te van restando puntos), es tener el poder de los poderes, poseer la llave mágica que abre todas las puertas (menos las del cielo, claro está).

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Estos personajes son los que en caso de derrota de sus afines, no dudarían ni por un instante en “Cambiarse de chaqueta” y aliarse con el vencedor, así con su nuevo y flamante carné, esta vez con menos punto, pero eso si seguirán “Comiendo de la olla grande”. A veces el poder apesta, pero no lo suficiente, todos tenemos un precio y a veces incluso estamos de oferta, el problema está en reconocerlo porque hasta entonces no dejaremos de ser adictos al paripé.


6 comentarios:

maile dijo...

Pues no se yo, mi señor Mame, si estando las cosas como estan, teniendo los politicos la fama que tienen (ganada a pulso, desde luego), le quedaran a nadie ganas de formar parte de semejante circulo y hacerse con las etiquetas de "chorizo", "mala persona", "embustero", "chaquetero", "malversador", "hipocrita", "traidor"... y a saber cuantas mas.
Yo paso que luego dicen lo que dicen "con quien te vi, te compare"... o aquello de "dime con quien andas y te dire quien eres"... o mejor "si quieres saber de fulanito, dale un carguito".

Buena semana mi señor.

Anónimo dijo...

Los politicos,se han desprestigiado tanto ellos mismos,
que nadie se los cree...

pero siempre tendrán , merodeando a su alrededor, como satelites girando en su orbita, a los aduladores, los que "cepillan" o como bien dices los del "paripé"...hipócritas de turno al lado del poder...

uff¡¡más vale vivir con honra, que morir deshonrado....
...
no se que harán los politicos para despojarse de la "mala fama"....

mariajesusparadela dijo...

política debería ser otra cosa, más noble y altruista

bonobox dijo...

El oficio de político es el segundo más antiguo del mundo y se asemeja mucho al primero !!!

caritabaston dijo...

Hay politcos y politiquillos, los politicos son, los que saben estar donde deben estar, y los politiquillos son, los que estan donde no saben estar...Un saludo TONY..

Alfonso Saborido dijo...

Mira, yo estoy en política, soy político, y hay de todo, como en botica. Pero sabes, no cambio nada de lo que hay, por lo que había antes, cuando no había políticos. Y te lo imponían.
Viva la democracia y la libertad, que nos permite cambiar a los políticos que no nos gustan cuando nos da la gana, sin armas y en paz.