Algunas veces tengo la sensación que vivo en una
partida de cartas permanente, qué de secretismo y mutismo entre los jugadores,
señas y guiños que supongo que solo entienden los elegidos para la gloria,
sigilo alrededor y muchas discreciones, silencios incómodos sin que pase ningún
ángel, qué inquietud con tanta reserva… la verdad sea dicha, ya me aburre y me
cansa esa percepción… estoy por comprarme mi propia baraja y empezar una nueva
partida o jugar al solitario.
Qué de tonterías y yo tan viejo…
(Basado en hechos reales).
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