El as de espada defendió al rey de oros, y la sota de copas brindó… De nuevo agitó el cubilete y tiró el dado, un seis sobre el verde tapete, y en el tablero de cuadros blancos y negros, contó seis casillas y destruyó una torre y luego un alfil, por fin el cinco dobles se hizo con el poder, destronando a las cuatros fichas rojas que corrían atemorizadas para su casa…
Se entretuvo en el puente, tomó posada, se perdió en el
laberinto, entró en la cárcel y al final se encontró con la muerte.
De vuelta a empezar, nunca comieron ocas y mucho menos
perdices como en los cuentos.
No todo se puede comprar con los billetes del Monopoly…
¿Alguien en la sala ha cantado bingo? Hagan ya sus apuesta la ruleta rusa empieza
a girar, el crupier grita, no va más…
1 comentario:
Interesante,cariños.
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