Cuando la subversión y la insurrección ya te
cansa, la disciplina
y la obediencia te vence, la
sumisión y el orden te garantiza una paz,
y quizás una falsa calma, la serenidad y la tranquilidad ya te domina, quizás llegue ya la hora de rendirse…
Un idioma bélico para el pueblo, miedo en pequeñas dosis
venenosas, acallan voces y silencian corazones, que palpitaban a
ritmos guerreros,
sordos,
mudos y ciegos… nos quieren, es increíble, lo consiguieron.
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