jueves, 11 de marzo de 2010

MI TASCA DE MOSTO...


MIS PADRES ANTONIO Y NARCI

FEBRERO DE 2004

Como diría el desaparecido y genial humorista Paco Gandía esto que voy a contar hoy es un hecho verídico. Todo sucedió a finales de los años 70, tendría yo 15 o 16 años, cuando tuve la “genial” ideal de dejar de estudiar, abandonando los libros y cambiándolos por una barra de una taberna y digo taberna y no bar, y si me apretáis un poco, lo dicho antes lo cambiaria por una tasca de mosto, con todas las de la ley, un lugar de lo más pintoresco, peculiar y bullicioso, el mobiliario era casi inexistente y caduco, las pocas mesas que allí había se llenaban de castoras, cuartones y medios litros, y la variada “carta” de tapas solo ofrecía aceitunas, altramuces y avellanas, y en ocasiones especiales las clásicas “papa cocías”.
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La clientela habitual era de lo más variopinta que podáis imaginar, así como sus conversaciones entre partidas de tutes y rentoys, se hablaba de las futuras cosechas del campo, de fútbol, de toros y algún cotilleo local. Las largas jornadas de lluvia en los fríos días de inviernos hacían que algún parroquiano osara a deleitarnos con una actuación de cante flamenco improvisada y espontánea que era animada por sus compañeros de botella que nunca tenían prisa para volver a sus casas.
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Otras de las cosas que me vienen a la memoria, era que casi todos los allí presente llevaban en sus bolsillos su correspondiente bolsita de una sustancia blanca “legal” que no era otra cosa que bicarbonato, que se echaban en la mano y luego directamente a la boca, acompañado de su correspondiente trago de vino, remedio casero y eficaz con la que combatían las “ardentías” que les producían las sobredosis del rico elixir que era el mosto.
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En verano la historia cambiaba un poco, en cuanto a clientela, ya que los visitantes, nunca supe porque eran casi todos del un municipio de Sevilla llamado La Algaba, y ellos eran más de cervezas fresquitas y tintitos, y esto era un problema ya que al carecer de frigoríficos o neveras, lo que se utilizaba era un botellero al que todas las mañanas se llenaba con unas barras de nieves que se compraban a diario en la fábrica de hielo que estaba situada en la calle Quevedo.
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Este local del que os hablo no es otro, que de la Bodega de Valdés, más tarde conocida como la Peña Carnavalesca El Chusco y hoy solo como El Chusco, y esto que os cuento hoy lo digo porque yo nunca he olvidado de donde vengo, de una insignificante y simple pero honrada tasca de mosto, pero que durante mucho tiempo fue la universidad en la que nunca estudie y el centro de trabajo donde con lo bueno y malo del día a día conseguí sacar mi vida adelante y a la que hoy le debo tanto. Este texto está dedicado a mis padres: NARCI Y ANTONIO.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita dedicatoria a tus padres y a ti mismo.
Tu nucleo familiar y tu decisión de "no cursar estudios"..que no, estudiar,porque veo que te has formado con el libro de la vida, de las relaciones en tu Chusco....
El agradecimiento no se aprende,creo,en ninguna universidad....ni la sencillez, ni la bondad....ni tantas otras cosas....
Así que gracias por el dato y felicitaciones a Antonio y Narci....

juanito mellado dijo...

Les recomiendo a los amigos que en relación a este sentido comentario de Mamé, leais el del Pobrecito Hablador titulado "La Bodega". Es ni más ni menos que otro homenaje a tan curioso templo del "Niño de Valdés".

belijerez dijo...

En qué buena Universidad estudiastes, Mamé. Incluso la ortografía es estupenda, no digamos la composición te textos.
Seguiría enunciándote asignaturas, prefiero reconocer que los valores humanos que aprendistes en aquella Universidad, y el estilazo de tus pensamientos son de matricula de honor.

PD: lo que dices en mi blog que no tengo lista....jomio no tengo ni idea. En 2.O aprendo por error, y cabezonería. Disculpame.

Maripaz dijo...

Mamé hoy me has emocionado. Te felicito por el bonito homenaje a tus queridos padres, que por cierto, tienen una cara de "buena gente"como decís en el sur, que no me importaria nada conocerlos y darles un beso.

Luego decirte, que no te ha hecho falta universidad ninguna, para aprender a ser una estupenda persona y escribir con una soltura, que ya quisieran muchos con dos carreras...

ARO dijo...

Me encantan esas tascas de pueblo, donde los vecinos que llegan se toman su copa y mantienen una tertulia sobre cualquier tema que se tercie.

caritabaston dijo...

Mame ya sabes lo que le decia mi suegro, el Macareno a la Paqui, que no hay mejor universidad que un mostrador, pero tu has sacado sobresaliente..Un saludo TONY

Eastriver dijo...

Qué buena gente tus papis... Me llegaste, chico. Y muy buena la historia.