lunes, 22 de junio de 2020

CENTÉSIMO SEGUNDO DÍA DE CUARENTENA (THE END)


Diario de a bordo: Llegó el “último día”, 102 jornadas, ahora se dice pronto, pero este tiempo transcurrido ha sido demasiado especial en todos los sentidos e incluso duro y crudo.

Qué de horas para pensar, en algunos momentos fue como estar en la cárcel y las pocas ocasiones que salía parecía qué estaba cometiendo un delito y que era la “policía” quien me perseguía, pero desde el primer momento entendí que el único medicamento a nuestro alcance era la cuarentena con todo lo que eso conllevaba: aislamiento, mascarillas, guantes y desinfectantes.

Atrás quedan los aplausos a las ocho de la tarde, ovaciones y ánimos que se escuchaban por todas partes acompañados de la canción “Resistiré”, parece que hace ya tiempo pero realmente eso fue “ayer”.

Las jornadas pasaban asomado a la ventana que era la pantalla de mi ordenador, un escaparate por donde veía pasar el mundo. Me negué a ver los informativos de la televisión y aún me niego, la única información que me llegaba era la de mis queridos amigos, que eran las noticias más fiables que tenía a mi alcance, que de minutos al teléfono y que de horas conectado a las video llamadas, que siempre empezaban muy afligidas y apenadas, pero le dábamos la vuelta y nos despedíamos riéndonos y bromeando, eso sucedía cuatro veces al día y siempre fieles y puntuales a nuestras citas.

Hoy pensaba dar las gracias a muchas personas con sus nombres y apellidos, pero he decidido que no puedo despedir “El Diario de a Bordo” así, tengo a tanta gente que darle las gracias que lo haré en plural, GRACIAS a todos los que estuvieron ahí: familia, amigos, lectores, seguidores y a esos que no conozco personalmente pero que me animaron para que continuara con esta historia loca y excéntrica pero que tenía su gracia.

Como decía ayer “Para mí ha sido un verdadero placer servir de entretenimiento y distracción, como bien he escrito muchas veces este también ha sido mi desahogo y conexión con el mundo exterior”.

Mi mayor preocupación durante estos más, de tres meses fue transmitir optimismo, tranquilidad y sobre todo esperanza, con eso me doy más que por satisfecho.

Como siempre me he despedido con una canción, había pensado desde hace ya mucho tiempo que cuando terminara estas memorias, el tema que utilizaría sería este que pongo hoy, “Todo tiene su fin” del grupo Módulos. Que esto tenga ya su fin es una muy buena señal, esto nos anuncia que volvemos poco a poco a la normalidad deseada.

A partir de ahora mi blog “Tomara que tu viera…” volverá a su ritmo normal y habitual, y por supuesto abierto para todo aquel que quiera visitarlo, nos vemos en las calles, cuidaros… THE END.

P.D. Nunca olvidaremos de toda esa gente que nos dejó para siempre en esta batalla extraña y desconocida…,y para ellos perdida.


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3 comentarios:

Susana dijo...

Gracias por estar ahí para nosotros. Un beso

Naranjito dijo...

Espero que no tengas que retomar los diarios. Gracias por tu fidelidad diaria escribiendo.
Ahora, ya puedes publicar a tu ritmo, pero no lo dejes.
Saludos.

Sara O. Durán dijo...

Felicidades por tu travesía cumplida. Por llegar a salvo. Te deseo buenaventura en lo que siga en tu vida.
Abrazos.