Diario de a bordo: Cruzo los dedos cuando escribo esto, es la primera
noche que ceno fuera de casa, una cosa tan simple como esta se ha convertido en
un verdadero lujo, donde mejor que en La Peña “El Chusco” – Casa Manolo,
rodeado de amigos tanto fuera como dentro de la barra.
Cerca de tres meses sin casi vida social, con muchos compañeros
virtuales pero no es lo mismo, el trato personal que se da en una reunión en un
bar no tiene precio.
Lleno de carteles anunciadores que nos informan y avisan que el peligro
no ha pasado, pero que la vida tiene que continuar, todas las medidas son pocas
para protegernos de esta maldita pandemia, y el mejor medicamento es la
prudencia y nuestra responsabilidad.
La velada ha sido agradable y amena simplemente el hecho de estar
reunidos después de tanto tiempo ha merecido la pena, espero que eso mismo le
haya ocurrido a mucha gente y que se trate de una situación normal.
Qué de caras conocidas, es increíble cómo se habla de este tema, ya es
una cosa habitual, con qué naturalidad, aunque en el fondo todos tenemos miedo y
desconfianza.
Chipiona siendo un municipio turístico es lo que nos espera en la
estación estival, y multiplicar el pueblo por casi por 20 el número de
habitantes, este sector mueve casi toda la economía local de un modo o de otro y nos beneficiamos todos, en esta ocasión por desgracia tan “especial” tendremos
que correr ese riesgo en este verano de 2020 que se acerca a pasos agigantados.
“Se puede ser realmente feliz y a la vez un vagabundo en la playa”.
Cherie Lunghi.
2 comentarios:
No hay otra manera de enfrentar la situación. Un beso
Les deseo de todo corazón, que ya en todo les vaya bien.
Saludos.
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