Siempre vi las cosas al contrario que el título de este comentario, yo siempre miraba desde dentro hacia fuera, y casi nunca me gustaba el panorama que divisaba, lo primero que me desencantó fue la religión a pesar de haber estado estudiando en un colegio religioso, pero hubo un tiempo que lo pasé lleno de dudas y preguntas en los que no encontré “respuestas ni siquiera en el viento”, y pase de la fe ciega a la incredulidad más categórica, pero tampoco soy de los que van por ahí haciendo desquites por ese motivo...
Más tarde me defraudaron lo militares, cuando “serví a La Patria” descubriendo para desgracia mía, que la idea concebida que yo tenía del ejército era totalmente errónea, vislumbrando que el espíritu del honor y la dignidad era solamente una utopía en mi mente.
Y los últimos que me desilusionaron fueron los políticos, lobos con pieles de corderos, promesas y compromisos a cientos, pero que una vez que consiguen con nuestros votos el triunfo y el poder, todo lo prometido pasa inmediátamente al olvido más rotundo debido a una amnesia o perdida de memoria colectiva.
Poca diferencia hay a veces entre las religiones, los militares y los políticos, (Fe, honor y promesas) rara y extraña combinación que como la regla matemática, el orden de los factores no alteran el producto. “Yo veo, yo sé, yo creo… yo estoy desengañado”, Pierre Corneille dramaturgo francés.
Espero que con el paso del tiempo todo se transforme “milagrósamente” para nuestro bien, si Dios lo quiere, los generales y el presidente. ¿Tú crees...?
(P.D. En los tres ámbitos mencionados también podremos encontrar gente muy válida, pero tenemos que buscarla...)